Hay maneras de abordar las cosas, de hablar sobre ciertos temas y de dejar ver tu punto de vista. Según varios estudios es mucho mejor si la forma en que lo hacemos es positiva y asertiva porque hace que nuestro mensaje llegue con claridad y sea entendido por quien nos escuche o decida en cierto momento prestarnos un poco de su atención.
Creo que he perdido la cuenta de la cantidad de profesores que dejan notar lo mucho que odian ser profesores. Parece que una especie de karma o maldición china cayó sobre ellos como una nube negra, no piensa abandonarlos y están pagando sus deudas siendo docentes. Pero la pesadilla no termina allí, hacen todo lo posible por inspirar temor, odio y otra cantidad de sentimientos repulsivos a sus estudiantes, incapacitando la existencia de cualquier tipo de vínculo agradable entre ambos.
A veces me pregunto si la situación es culpa de todo este caos en el que nos encontramos sometidos, si ellos son tan solo víctimas de profesores que en el pasado fueron peores que ellos mismos. Será que simplemente son sadomasoquistas de aulas, entes con ínfulas de dementores con hambre de almas jóvenes, inseguras y sin ideas claras... No lo se.
Las fotos que acompañan este post son parte de una de mis entregas. A decir verdad no se que tal me fue porque mi miopía me impidió ver la nota, pero el profesor criticó fuertemente los temas que algunos compañeros y yo tratamos. No le quito toda la razón, realmente tratamos temas horribles que lamentablemente se han convertido en parte de nuestra cotidianidad.
¿Pero no es él quien nos debe guiar?... Creo que en vez de decir no quiero ver fotos de esto o aquello, es más fácil decir algo tan simple como que lleváramos fotos de algo que haga nuestra ciudad más bella. La utilización de palabras positivas cambia la perspectiva de cualquiera que las escuche y seguramente como grupo nos hubiésemos esforzado en tomar fotos que nos hagan sentir orgullosos de ser Marabinos.
Pero no, es más fácil asumir que cometeremos errores, que tomaremos fotos de lo que específicamente nos dijo que no tomáramos, es más fácil asumir que como el país se hunde la gente no quiere salir adelante y va como caminante sin rumbo alguno. Es más fácil pensar que la juventud es apática así como es más fácil tomarle fotos a situaciones cotidianas (colas, niños en la calle, bachaqueo, basura, contrabando, etc) que a esas pequeñas cosas que nos hacen sonreír.
No me arrepiento de mis fotos porque lloré mientras las hice y me hizo sentir un vacío silencioso en el alma. Ningún niño merece vivir esta situación...
Pero si, profesor... Debemos sacar fotos de las cosas buenas pero que no se quiera ver las malas, no las hará desaparecer.
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