Un año

Hace un año, el primero de julio luego de amanecer para una entrega de proyecto en Arquitectura dibujé esto y tomé esta foto que subí a Instagram.

Recuerdo el sentimiento y estoy impresionada con lo MUCHO que ha cambiado mi vida desde entonces.

Creo que siempre fui del tipo de personas que pensaba que la gente no cambiaba, que siempre permanecían igual pero este último año me he demostrado que no es así. Hice cosas que jamás había hecho, me atreví a saltarme las reglas, a salir de lo convencional y todo en pro de la búsqueda de mi identidad... de entender que no se trata de una meta estática e inamovible, que en el camino está el propósito y es el proceso lo que verdaderamente importa.

He conocido muchísima gente, gente que va y que viene, los de siempre y otros que han llegado para quedarse. He aprendido de cada uno de ellos y estoy agradecida por eso.

Ese primero de julio del 2012 estaba completamente devastada, con ganas de salir corriendo sin saber exactamente a donde. Me sentía sin rumbo, sin ganas de nada, en mi interior nada se sentía bien. 

Me ha tomado un año para encontrar mi centro, para entender mi propósito pero especialmente para poder mirarme al espejo y empezar a entender (y reconocer) a la persona que allí veía. Todavía me falta mucho por descubrir, pero ya no es una extraña, soy yo.

Si estás pasando por un mal momento permite que los sentimientos te invadan y déjalos fluir. Es necesario tocar fondo, reinventarse, renacer para ser quien realmente debemos ser... estar alineados con eso que te está pidiendo tu alma.

No te desanimes, en un año puede que no estés en el mismo lugar (ni físico, ni espiritual).