Nunca tuvimos una real despedida y se que fue mi culpa, o mejor dicho, gran parte de la responsabilidad fue mía.
Por mucho tiempo estuve molesta, luego decepcionada y pasé rápidamente a sentirme triste por lo que hacías y también porque no sabía como abordar la situación, porque preferí callarme para luego alejarme sin decir nada... Dicen que siempre es mejor lo que termina sucediendo y creo que ahora que estoy tranquila, que estoy bien y que se que tú también lo estás (o al menos eso he notado) me hace feliz que todo fuera de esta manera.
Es muy difícil adaptarse a la idea de que personas estén fuera de nuestra vida en especial cuando estas se nos convierten en parte fundamental de nuestros días. Difícil, pero no imposible.
Querido amigo, no te lo he dicho pero me alegra muchísimo saber que estás bien. Debo confesar que mi lado egoísta y estúpido me hizo sentir mal porque de a ratos pensé que tenía que estar fuera de tu vida para que esta tuviera color... todavía me da un poco de miedo pensar en eso.
Querido amigo, me voy a quedar con lo bonito y con los saludos cordiales pero que se que vienen del corazón.
Gracias, querido amigo... de verdad, gracias por estar cuando estuviste y por no estar cuando ya no debías estarlo.
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